La casa del frente
Adam era un niño de cinco años cuando las tropas nazis invadieron Hungría; El monstruo de la guerra iniciaba allí también la persecución a los judíos.
Una hermosa mañana de abril de 1944, la madre de Adam lo dejó con sus vecinos.
Ni ancianos, ni mujeres, ni niños quedaron exentos de la cacería… Adam logró escapar tres veces de la ruta trazada por la intolerancia y el odio. Sin embargo, la humanidad, despreciada y extraviada, no dejó de palpitar y resistir en la familia Béres, la que le dio refugio, lo acogió y entregó amor a toda prueba.
Una conmovedora historia que conserva toda la frescura de la mirada de un niño.
Una historia plena de humanidad que nos reafirma que ninguna
niña o niño, ninguna persona, ningún pueblo, bajo ninguna circunstancia, puede
ser denigrado ni arrasado.