Inquilinos en la hacienda de Su Excelencia
Este artículo periodístico escrito el año 1916 bajo la forma de una carta abierta dirigida al entonces presidente de la República Juan Luis Sanfuentes, sorprende hoy por la claridad, libre de todo eufemismo, con que Tancredo Pinochet denuncia las condiciones de vida de los campesinos y sus familias en los campos chilenos. Una de las particularidades del texto reside en el hecho de que el periodista, en compañía de otras dos personas, se introduce -disfrazado de peón- en la hacienda del propio Sanfuentes para verificar in situ la explotación y la miseria a las que son sometidos los trabajadores rurales de nuestro país, demostrando con la contundencia del testimonio de lo visto por sus propios ojos, cómo el mismo gobernante, es decir, el primer funcionario público de la Nación, no se exime de dar un trato inhumano a sus propios inquilinos. Este es un relato que conmociona por la gravedad de los atropellos y abusos cometidos contra miles de hombres y mujeres considerados, por aquellos que detentan la riqueza y el poder, en una escala ligeramente superior a la de un animal y es un llamado al Presidente a cambiar ese estado de cosas, partiendo por las evidentes situaciones de injusticia en sus propias tierras.