Ficha técnica
- Fecha:
- Colección: Coediciones
- Créditos: Diagramación y corrección: Gabriela Mocca y Pablo Fernández.
- Páginas: 404
- Medidas: 14 x 22 cm
- ISBN: 978-987-3687-86-0
- Arte de tapa: Foto: Steven Beijer. Diseño: Carlos "Cucho" Fernández.
Nada que esperar
Historia de una amistad política
Hace poco más de dos décadas, unas cuantas decenas de personas, mayoritariamente jóvenes, difundían –por medio de pintadas y de calcos que se pegaban en teléfonos y baños pùblicos, en trenes y colectivos- una consigna: “Votá lo que puedas, construí lo que quieras. No hay nada que esperar”. Corría el año 99 y se elegía al presidente argentino que debía sustituir a Menem. Los afluentes del 2001 daban forma a un río sin orillas. Grupos, colectivos, restos de instituciones y comunidades arrastradas por la crisis. De aquel marasmo, Sebastián “el Ruso” Scolnik extrae la historia de una amistad política. Todo devenir grupal merece ser narrado por quien mejor atesora, no los recuerdos, sino los pliegues de su funcionamiento. En este caso, el que atesora y narra es también el que atravesó esa historia con el humor más fino y penetrante. La publicación de Nada que esperar reúne el esfuerzo de tres editoriales: para Tinta Limón es natural publicar esta obra de uno de sus fundadores; para Lobo Suelto es coherente publicar a un confabulado; para Cordero es preciso nutrirse de estas complicidades.
Coeditado junto a Lobo Suelto y Cordero Editor.
Autorx
Sebastián Scolnik
Supo ser sociólogo. Estudió en la mítica Facultad de Ciencias Sociales de los años noventa, en la calle Marcelo T. de Alvear 2230, en cuyos pasillos y bares se incubó un movimiento crítico que se manifestó en revistas, editoriales, cátedras libres y agrupaciones políticas. Fue parte del Colectivo Situaciones, una experiencia de investigación militante cuyo intento por acompañar productivamente nuevas formas del protagonismo social y colectivo dejó unos cuantos textos y enunciados. Participó de la creación de Tinta Limón, editorial que se propuso incluir un mapa de lecturas en Argentina, interrogando las siempre complejas relaciones con los enunciados teóricos de circulación universal; y también de la editorial de la Biblioteca Nacional, durante su época más luminosa, la gestión de Horacio González. Hoy continúa su trabajo de editor pensando en cómo toda esa experiencia se vuelve un archivo disponible para ser reelaborado por la curiosidad de futuras generaciones. Participó de varios libros colectivos y revistas. “Nada que esperar” es su primer libro solista, donde se recoge buena parte de estos trayectos a lo largo de treinta años para intentar balances necesarios e improbables hipótesis acerca de lo acontecido.